septiembre 20, 2012


Este día no tendría que haber llegado. No tendría que existir. Hoy yo no tendría que estar acá encerrada en mi cuarto pensando que hace un año no tengo tus abrazos, ni tu risa, ni tus mimos, ni tus chistes racistas, ácidos y pelotudos, ni te escucho cantar por fonética los temas de Creedence porque nunca supiste inglés pero igual te encantaba. Hace un año que ya no te cagás de risa cada vez que llego a casa con algún color raro en la cabeza, ya no estás para bardear a cualquiera de mis amigos encontrándoles defectos físicos porque eras tan conchudo como yo. Hace un año que no me tengo que despertar a mitad de la noche para apagarte la tele porque no encontrabas el control remoto o porque simplemente te daba paja buscalo o levantarte a apagarla vos. Hace un año que no veo hay nadie mirándome mal por tocar el control remoto, o alguien diciéndome que baje el volumen de la música, o alguien haciendo que cualquier vecino que pase por la puerta de casa quiera venir a saludar. Porque sí, vos eras sociable, no como yo. A vos te querían todos y juro que nunca en mi vida vi caras tan tristes en este barrio como esta misma fecha el año pasado.
Soy una malcriada hoy en día y es por vos, porque nadie me mimó como vos, porque salí de sorpresa, sí, pero por ser la más chiquita me robé la atención y me acaparé el huequito al lado tuyo en el sillón.
Aguantaste más de lo que cualquier ser humano podría haber aguantado. Estuviste mucho tiempo enfermo y aún así estabas ahí, era raro, era diferente y era difícil, pero estabas ahí. Yo lamentablemente no fui la hija ejemplar, era muy pendeja cuando empezó todo, tenía 13 años y no quería entender. Fui un desastre, no aproveché el tiempo que me quedaba con vos porque no quería asumir que en realidad era poco. Pero vos me perdonaste y me quisiste al lado tuyo la noche en que te despediste de nosotros porque sabías que estabas cada vez peor, tenías miedo pero luchaste hasta el último momento como el héroe que sos, fuiste y serás siempre para mí.
Gracias por haber sido el mejor papá que podría haber pedido. El mejor vecino, acá y en la costa. El mejor hermano para mis tíos. Gracias por perdonarme todo. Gracias. Te amo viejo, y te necesito mucho. Tengo toda la vida por delante, pero sé que el tiempo pasa volando y antes de darme cuenta voy a estar con vos de nuevo. Seguinos cuidando como venís haciendo hasta ahora, como hiciste siempre. Yo te prometo que nunca me voy a olvidar de vos ni de nada que hayas hecho por mí, y todos los recuerdos hermosos me los llevo conmigo para el resto de mi vida.

septiembre 03, 2012

Hola, vengo a mariconear.

Che Barba, Kurt, Alá, quien sea que esté allá arriba: no te parece que ya estoy suficientemente atrofiada psicológicamente como para que mis mascotas se comporten como salvajes y me anden dejando pájaros muertos y a medio comer en el patio?
Y en otras noticias: Me perdí la mitad de Shutter Island por limpiar su mugre. Y se murió Wilfredo (léase mi araña).